Inválidos,
porque no existe nada, porque el viento desterró tu cara.
Despiertos,
porque el sueño se perdió en aquel desierto
Tu forastero
de mi camino, tú que te robaste mi respiro
Ese amor
perdido
Calles desalojadas,
todas llenas de nada.
Imagino tu rastro
y tu olor
Todo lo que
consigo es este dolor
Tatuado en
mi cuerpo, expresado en mi llanto
Todo esto
porque te quise tanto
La ciudad
es una sombra de tu regreso
Anhelos
llenos de agonía
Destellos
de una cama vacía
¿Quién lo
diría?
Esos labios
Esos besos
Todos
llenos de ti
Todos llenos
de mí
No los dejaré ir
Esperarte
no es vano
Esperarte
no es complicado
Esperarte
es lo mejor de mi verano
Sabrás que
nadie te ha amado demasiado
Qué lo que tú
y yo somos
No se puede
encontrar en otro lado
Me enamore
de ti y
Hay sentimientos
que no se saben rendir.
Palabras torpes, son los nervios que no puedo
controlar. La espera te vuelve alguien
diferente. El tiempo se ve involucrado en cada uno de tus latidos, en cada uno
de tus recuerdos. He reemplazado grandes
momentos por este día. He imaginado la llegada del sol, calentando todo mi
cuerpo, quemándome desde adentro. Mordí mis labios para no pronunciar tu
nombre, para no encontrarte en alguien diferente, para no ser aquel demente. Tus manos se sienten ausentes, temblorosas a
mi tacto, mi pecho se hunde en distintas respiraciones y parece doler, pero lo
único que puedo ver, es la gota que acaba de caer. El brillo de ayer ya no ésta, no eres esa
mujer que tanto ame. Te abrazo y cierro
los ojos, imagino que nada ha cambiado y que tu sonrisa marchitada no me es
dedicada. Pienso que el destino no es mi
enemigo y por un momento lo miro. Ese
que esta atrás de ti, ese que me hace entender que ha recorrido cada parte de tu
piel y que ya formas parte de él. Pongo
mis manos a tu alrededor y comprendo mi grave error. Ese que está detrás de ti a tu espera, ese
que mis noches ocupo y de mi lado te borro. Es aquel que ha plantado la semilla
dentro de ti y te ha alejado por siempre de mí.
Pequeño inocente que no tendrá mis ojos, ni mis labios. Su color de
cabello no será castaño. Años en él estarán marcados. Meses de espera, meses de
soledad. Meses que me hicieron fuerte para afrontar esta triste realidad.
Sin ti la vida dolerá menos, sin ti espero
sobrevivir.
Espero que
te enseñe amar. Que te pueda dar las estrellas, la luna y el mar. Ya no llores
por favor, no querrás que él note tu dolor. Te dejo con este adiós… Te dejo y te entrego
mi amor.
Cuídala por
favor.